Crece el consumo de carne de cerdo en la Argentina.
Un especialista de la UNL afirmó que se trata de un alimento que siempre tuvo "mala prensa", aunque es de alta calidad y supera a otras carnes
en cuanto a
volumen de consumo en el mundo. Hoy a nadie pasa por alto que es cada vez más común la presencia de carne de cerdo en las mesas argentinas,
algo que no
sucedía hace algunos años, cuando se circunscribía sólo a las fiestas de fin de año. Pero no es sólo una percepción, los datos son claros: en 2013,
se
consumieron en Argentina unos nueve kilos de cerdo promedio per cápita, cuatro más que en los años 90. Según explicó Carlos Zelko, de la
Universidad
Nacional del Litoral (UNL), el hecho de que la carne vacuna se consuma más que otras se da particularmente en Argentina, pero es un fenómeno
que no se repite
en muchos otros países: "La carne de cerdo es la más consumida del mundo", indicó. "En promedio, en la década del 90 se consumían un kilo de
carne fresca
anual por persona y cinco de chacinados en nuestro país, pero esa cifra creció hasta llegar hoy a los nueve kilos. El 50 por ciento de esa carne se
consume
fresca, que es el factor que favorece que haya más producción. Es más, el consumo está creciendo entre un dos y un cuatro por ciento según los
lugares",
sostuvo Zelko. De acuerdo con el especialista, que trabaja en Producción Porcina de la Escuela de Agricultura, Ganadería y Granja (EAGG) de la
UNL, el aumento
del consumo se debe a que de a poco se va desterrando el mito de que la carne de cerdo es poco saludable. "Ha tenido mala prensa, porque se la
conocía como
un alimento con mucha grasa que hacía mal. Pero sucede que sólo se consumía a fin de año, cuando se come y se bebe mucho. Lo cierto es que
cuando el
organismo no está acostumbrado a ciertos alimentos y los come en abundancia traen problemas. Con el tiempo todo eso se fue desmitificando.
Luego apareció
en las parrillas y ya hoy se utiliza en casi todos los cortes como si fuera carne de vaca", resaltó. Asimismo, el especialista manifestó que los cerdos
que se
producen generan cortes magros que pueden compararse con los del pollo. "Incluso la grasa que generan es muy digerible, con una relación de
ácidos grasos
saturados e insaturados favorable, lo cual lo hace una carne de alta calidad", informó. "A nivel comercial se trabaja con híbridos blancos de
Landrace y Yorkshire,
que son razas maternas, y con Duroc Jersey y Pietrain, entre otras razas. Se cruzan tanto madres como padres, porque dan más resultados que
los animales
puros, que sólo se utilizan en los centros de genética para los cruzamientos que darán esos híbridos que luego se usarán en los criaderos
comerciales", abundó.
Zelko contó también que la producción de carne de cerdo tiene una serie de particularidades y hay dos cuestiones que influyen positivamente. Por
un lado, una
"alta conversión", lo que significa que la cantidad de alimento que consumen los animales se transforma en una buena generación de carne. "La
prolificidad es el
otro factor, porque con la mejoras genéticas una cerda puede generar unos 2400 kilos de carne al año, ya que puede parir dos veces en ese
período, con más
de 20 lechones en total. Cuando un animal llega a tener entre 90 y 120 kilos es faenado, un peso ideal y con poco nivel de grasa. Se aprovecha el
80 por ciento
de cada ejemplar", detalló.
Fuente: Las Toscas Informa (www.lastoscasinforma.com)