Teresita es la esposa del fallecido Carlos Capriata, y madre de los seis hermanos que hoy conducen los destinos del frigorífico fundado por don Césare, su abuelo, en enero de 1913.
"En los ?90 con mi papá le compramos la parte de la fábrica a mi tío César y quedamos al frente. Somos ocho hermanos, pero seis formamos parte de la firma. Todos en mayor o menor
medida aportan algo", cuenta.
Los hermanos se reparten la parte de producción, de ventas, el sector contable, la elaboración gourmet (hacen brochetes, milanesas, matambres arrollados) y el menor, que fue el último
en incorporarse, que hace la venta zonal. A los integrantes de la familia hay que sumarles 15 empleados.
"Cada uno de los hermanos tiene su sector, pero igual todo tiene que ver con todo, y a veces se arman conflictos y discusiones. Pero siempre es para favorecer a la fábrica y se llega a un
buen acuerdo", asegura Paulo. "Nosotros mismos no entendemos cómo nos va bien al ser tantos hermanos y socios", completó.
Piamonte
Provenientes de la región italiana de Piamonte, en 1913 arribó a Tres Arroyos don Césare Capriata junto a sus tres hermanos. Con el conocimiento del oficio y las recetas de su lugar de
origen, se dedicaron a la crianza de cerdo y manufacturación de embutidos y chacinados. Así surgió el Frigorífico Capriata en la zona de Lavalle al 1700.
"Mi abuelo y mis tíos abuelos iniciaron la chanchería, hacían salames, vendían en las canchas de fútbol, en los barrios. Después quedó mi abuelo solo, se casó con otra italiana, tuvo dos
hijos varones y una mujer. Mi papá y mi tío se sumaron al oficio y abrieron una carnicería de cerdo en Rivadavia al 600", cuenta Paulo.
En la década del 50 los hermanos se trasladaron a Gomila 260, donde hoy continúa funcionando la fábrica. Después llegaron los años ?90 y la separación de la sociedad ya comentada.
Hace un año y medio la empresa cristalizó un viejo proyecto que por distintas razones nunca se llevaba a cabo: abrió un local de venta al público. "El salón de Gomila nos quedaba chico y
queríamos dar más servicio, captar otro público, y es lo que logramos. Además, tenemos abierto el sábado a la tarde. La verdad es que estamos muy conformes", asegura Paulo.
"Nos decidimos porque desde hace un tiempo estamos pensando más en la llegada directa la público, sin tanto intermediario", explica. De todos modos, Capriata además sigue vendiendo
sus productos en Bahía Blanca, Pringles, Coronel Suárez, Chaves, De la Garma, San Cayetano, Claromecó, Reta, Orense y Monte Hermoso.
Los hermanos tienen claro que la fábrica les ha quedado chica hace rato y eso les impide captar otros mercados. Por eso tienen en carpeta un ambicioso proyecto de trasladarse a la ruta.
"Tenemos un terreno de cuatro hectáreas en la ruta 3, cerca del puesto de la policía caminera, y está la posibilidad de llevar la fábrica ahí para hacerla una poco más grande, también
construir un parador y tener venta al público que esté de pasada", cuenta.
Bueno momento
El fuerte de Capriata siempre fueron los fiambres, pero en los últimos años también empezó a aumentar la venta de carne cerdo. "La gente comenzó a inclinarse más por el cerdo, porque
hoy favorecen los precios y además hay más conocimiento", dice.
"Antiguamente no se consumía porque directamente no se ofrecía. El que comía era el hombre de campo que tenía cerdos para carnear. Pero hace algunos años se está empezando a
ofrecer y la gente consume más. Y ahora hay carnicerías exclusivamente de cerdo, como la nuestra", analiza.
Capriata compra 40 cerdos por semana a criaderos autorizados y los faena en el frigorífico Anselmo. "Nos entregan los cerdos faenados y la elaboración la hacemos nosotros", explica
Paulo. El abastecimiento de la materia prima fue algo que pudieron resolver también en los últimos años. "Ahora hay criaderos grandes que te pueden abastecer, antes no conseguíamos
cerdos y teníamos que salir a comprar a otros lados", cuenta.
"Es es un buen momento para nosotros porque se consume mucho cerdo. Nos ha favorecido el encarecimiento de la carne vacuna, que en este momento está un 20% por encima. Entonces
la gente se inclina por el cerdo", comenta.
Aunque también desde Capriata llevan adelante ciertas innovaciones para ayudar a que el cliente se anime a consumir más. "Nosotros vamos trabajando la oferta con cortes nuevos, como
el matambrito, el vacío, el peceto, la colita de cuadril, así le abrís la mente la consumidor. Antes sólo se ofrecía el lomo de cerdo y la chuleta", dice Paulo, que como buen Capriata, entiende
mucho de cerdo.
Fuente: www.lavozdelpueblo.com.ar