Tal y como publica la Universidad de Valladolid, el pasado viernes día 11 de noviembre se presentó en Guardo (Palencia) el proyecto Life Ammonia Trapping, coordinado por la Escuela Técnica Superior de Ingenierías Agrarias del Campus de la Universidad de Valladolid y con la participación del Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León (ITACyL). El proyecto pretende la recuperación del amonio contenido en los purines del ganado porcino y en la gallinaza y usarlo como fertilizante. Para ello, se utilizarían membranas permeables a gases que recuperarían el nitrógeno en un proceso novedoso y de gran avance medioambiental. Así, se obtendría una sal de amonio fertilizante de gran valor económico a partir de materias primas residuales, al mismo tiempo que se reduciría la contaminación medioambiental debida a las emisiones de amoniaco que generan estas corrientes. El proyecto ha sido aprobado por la Unión Europea con un presupuesto de 1.765.527 euros y una duración de tres años.
Como explica DiCYT, el proyecto plantea el aprovechamiento de efluentes ganaderos del sector porcino y avícola, así como durante los procesos de compost y digestión anaerobia con alta carga amoniacal, para recuperar su nitrógeno, al tiempo que se reducen las emisiones de amoniaco. El tratamiento de estos residuos mediante procesos biológicos implica la pérdida de nitrógeno, que es un nutriente de gran valor agronómico. Sin embargo, su tratamiento es necesario, especialmente en zonas de gran concentración ganadera donde la aplicación en exceso de purín como fertilizante orgánico provoca contaminación del agua, el suelo y la atmósfera.
En el caso de los productos de la digestión anaeróbica, la recuperación del nitrógeno tiene dos grandes ventajas. Por un lado, el amoniaco es un inhibidor del proceso de digestión a determinadas concentraciones, por lo que su recuperación mediante las membranas permeables a los gases reduciría este problema.
Por otro lado, los productos de la digestión se utilizan como fertilizante en campo, pero su aplicación depende de su contenido en nitrógeno, por lo que si fuera posible recuperar parte del nitrógeno se podría aplicar en mayor cantidad, sobre todo en zonas en las que la aplicación de nitrógeno está limitada, al igual que cuando se usan los purines como fertilizante orgánico.