Un grupo de
investigación de la Universidad de Córdoba, liderado por el catedrático Librado
Carrasco, se ha dedicado durante años a la investigación de este virus con el
objetivo de ayudar en el desarrollo de vacunas que reduzcan la mortalidad de
los animales. Pero para ello, es importante buscar similitudes entre unas cepas
y otras, tanto en los síntomas que presentan los cerdos infectados como en el
patrón de comportamiento del virus. "En nuestro último estudio comparamos dos
cepas, una de baja virulencia en la que se ha venido trabajando desde el
descubrimiento de la enfermedad, y otra de elevada virulencia que se conoce
mucho menos", explica Irene M. Rodríguez Gómez, una de las investigadoras del
grupo.
El estudio
se realizó en el Centro de Investigación en Sanidad Animal situado en la
provincia de Barcelona, siempre respetando el comité ético, no sólo de la Universidad
de Córdoba sino también del marcado por la Generalitat de Cataluña, para el uso
de animales con fines científicos. Se utilizaron tres grupos de cerdos. El
primero se infectó con la cepa de baja virulencia y el segundo con la cepa de
elevada virulencia. El tercer grupo, utilizado como control, ayudó a establecer
cuáles eran los parámetros normales de un animal no infectado.
El estudio
duró trece días en los que se tomaron diariamente la temperatura y muestras de
sangre y se observaron los síntomas clínicos. El día de la eutanasia se
realizaba un lavado broncoalveolar -un procedimiento para obtener información
acerca de las células de las vías respiratorias- y se tomaban muestras de
pulmón. Además, otros órganos eran utilizados para otros estudios.
"Los
resultados indicaron que la cepa de elevada virulencia causaba un daño más
temprano y más elevado que el de la cepa de baja virulencia", explica la
investigadora. Además del análisis de los síntomas y las lesiones que se
observaban en los cerdos infectados, se realizó un estudio exhaustivo de lo que
ocurría con las células en las que se alojaba el virus, los macrófagos.
"Se
observó una reducción de este tipo de células en los pulmones", indica Irene
Rodríguez. "Estas células tienen una gran importancia a la hora de defender el
órgano por lo que su disminución hace que el pulmón quede expuesto a
infecciones secundarias, principalmente de tipo bacteriano, y dando lugar a
otros procesos como la bronconeumonía". El estudio también determinó que las
cepas de elevada virulencia ejercieron su acción no sólo en los pulmones sino
también en órganos del sistema linfático como el timo o la médula ósea, lo que
no se percibió en la cepa de baja virulencia.
Este
estudio forma parte de un proyecto de mayor envergadura, financiado por el
Ministerio de Economía y Competitividad, que tiene como objetivo la
secuenciación del transcriptoma del macrófago alveolar en el contexto de esta
enfermedad, algo que aún no ha sido estudiado y que puede ayudar a entender el
comportamiento del virus PRRS en el animal infectado.
Irene M.
Rodríguez Gómez, José M. Sánchez Carvajal, Francisco J. Pallarés, Enric Mateu,
Librado Carrasco, Jaime Gómez Laguna. Virulent
Lena strain induced an earlier and stronger downregulation of CD163 in bronchoalveolar
lavage cells . Veterinary Microbiology. DOI:10.1016/j.vetmic.2019.06.011