Cuando se congelan los alimentos, las bacterias que puedan tener en su interior se mantienen latentes y, con una cocción adecuada, se destruyen.
Si el proceso de descongelamiento se hace de forma errónea, aumenta el riesgo de exposición a bacterias patógenas, ya que cualquier bacteria que pudiera estar presente antes de
congelar puede empezar a multiplicarse.
Hay dos formas de descongelar alimentos de manera segura: en la heladera o en el microondas.
Descongelar en la heladera
El descongelamiento en la heladera requiere de una planificación previa porque es uno de los métodos más lentos, sobre todo para alimentos de gran tamaño. Es recomendable utilizar un
recipiente para evitar que goteen los jugos sobre otros alimentos.
Cuando ya se ha descongelado, el alimento debe prepararse y consumir de forma inmediata para prevenir el crecimiento de bacterias. La carne picada, los mariscos y las aves pueden
consumirse hasta uno o dos días después de haberse descongelado.
La carne de cerdo o de res, hasta tres y cinco días tras la descongelación. El pescado es uno de los alimentos para los cuales más se recomienda utilizar la heladera para descongelar.
Descongelar en el microondas
La descongelación en el microondas es una de las opciones más rápidas, aunque deben tomarse precauciones para evitar que se cocinen los extremos de los alimentos y el centro quede
congelado.
Para descongelar en el microondas, debemos dejar espacio entre el alimento y el interior del electrodoméstico para que el aire caliente circule sin problemas. Cortar los alimentos en trozos
pequeños (si es posible) puede ayudar a que la descongelación sea más uniforme. Además, puede girarse el alimento varias veces durante el proceso.
Consideraciones:
· Los alimentos no deben descongelarse a temperatura ambiente. El riesgo de contaminación es mucho mayor (el crecimiento de bacterias se produce sobre todo entre 4ºC y 60ºC)
· Una vez descongelados, los alimentos deben cocinarse inmediatamente
· Debe evitarse el contacto directo entre alimentos que se descongelen y otros que ya estén cocinados, para evitar contaminaciones cruzadas
· Debe comprobarse el estado del congelador, que no se formen capas gruesas de hielo en sus paredes o cristales de hielo en los envases
Fuente: Arroyo diario