Opinión: El desafío de ser un pequeño productor

Ya hacia el final de un año signado por fuertes cambios para la producción porcina, el licenciado Alejandro Lamacchia, presidente de Aproporba, analiza en exclusiva para TodoCerdos los desafíos a los que se enfrentan como fuerza gremial.

En la ardua tarea de intentar ser la voz de los pequeños y medianos productores porcinos de la provincia de Buenos Aires, APROPORBA, sufre muchas veces ante la voz de los grandes productores  y el lobby al cual tienen acceso, que difiere con las posibilidades de los pequeños productores, que por otro lado, son alrededor del 85% de los trabajadores del sector. La crisis del primer semestre del 2016 la sufrimos "todos" pero el 20% que fundió y debió dejar la actividad eran lamentablemente ?pequeños? productores porcinos,  y muchos hoy continúan saldando  deudas.

Ha sido un año realmente difícil que ha puesto de manifiesto el "espíritu de lucha" de los sobrevivientes, ese 80% que todavía a pesar de todo sigue confiando en la producción nacional.
Ningún sector se puede desarrollar sin planificación. En marzo entregamos una propuesta con carácter de plan tentativo que tenía acciones inmediatas, corto plazo al 2020, mediano plazo al 2030 y largo plazo al 2050 para que sirviera de herramienta y permitiera  discutir un plan ganadero porcino de la provincia de Buenos Aires. Lamentablemente no hemos encontrado eco para llevar a cabo esta tarea, a pesar de las múltiples reuniones y excelente predisposición a escucharnos que tiene el gobierno provincial  actual. Fue un objetivo del año 2016 y permanecerá para el 2017. Debemos sentarnos a dialogar sobre el futuro del sector, pero que pueda convertirse en una política de Estado.

No todos han sido esfuerzos inconclusos. Durante este año hemos tenido avances importantes, como "simplificar la documentación" que se necesita para obtener el RENSPA, para lograr la habilitación provincial, que permiten al productor informal ser formalizado, en una provincia donde el 60% de los productores no están registrados en el sistema. Además se creó un espacio llamado Mesa Provincial Porcina (MPP), donde los actores del sector se reúnen buscar solución a los problemas comunes. La MPP logró avances muy puntuales y, para el deseo de los pequeños productores muy lento, pero viendo el vaso medio lleno, podemos decir que logró conformarse un espacio de discusión  y esperamos que el año entrante tenga resultados contundentes.

El crecimiento del sector en los últimos años fue exponencial en relación a las normas que lo regulan. En la provincia de Buenos Aires tenemos una necesidad de actualizar las leyes  vigentes y confeccionar otras acorde a los tiempos que vivimos. En ése camino estuvo trabajando Aproporba  con la comisión de Asuntos Agrarios de la HCD de la provincia de Buenos Aires, definiendo normas que favorezcan al pequeño y mediano productor porcino; por eso apoyamos la creación de un "instituto de promoción de carnes alternativas provincial". Es la solución; tal vez  NO, pero es un avance, donde el objetivo no es solo promoción, sino también capacitación, desarrollo, tecnificación,  y otros más, manejado por los interesados que son los pequeños y medianos productores. Debemos abocarnos a encontrar las herramientas para que los pequeños productores se asocien, se integren, completen la cadena de valor, porque aquellos que continúen como productores independientes serán absorbidos por el sistema de mercado.

También existen proyectos de leyes nacionales para el pequeño y mediano productor referidas a la promoción y al desarrollo del sector.  Siempre se habló mucho de los pequeños productores  pero no eran finalmente los que recibían los beneficios. Hoy hay indicios de que las cosas van cambiando, lentamente, pero para mejor. Están surgiendo organizaciones porcinas provinciales, que irán marcando un hito en el sector dentro de un marco de federalismo, que hay que respetar y alimentar, para que sea cada vez más beneficioso, dentro de un trabajo en conjunto.

Hay mucho para realizar en el sector, no siempre lograremos todo lo que queremos, pero está claro que la "única batalla que se pierde es la que no se lucha". La provincia de Buenos Aires es muy grande y resulta difícil llegar a todos los rincones, para ello, tenemos un aliado estratégico que es la Federación Económica de la provincia de Buenos Aires (FEBA), quien a través de su área de producciones intensivas (FEBAPRI), nos brindó desde la conformación de Aproporba, su apoyo incondicional, para la defensa de los productores porcinos y nos permitió en la última Fericerdo llevar a 60 pequeños productores a recorrerla, y ver algo distinto, porque por sus propios medios le hubiera sido muy difícil acceder a la visita.

Esperamos un 2017 donde no suframos las tormentas pasadas, donde la importación no sea un obstáculo para el desarrollo, donde la política estatal marque un rumbo concreto que cumpla con el rol regulador que debe tener el Estado, creando las condiciones para el desarrollo del sector  y que el productor pueda planificar un futuro sustentable, porque productores porcinos somos todos, los pequeños, medianos y grandes.

Fuente: Todo Cerdos

Palabras claves: APROPORBA ,  Alejandro Lamacchia