Garantizar la salud de los animales que se encuentran dentro de las granjas es importante sobre todo por razones éticas. Además, cumplir con los mejores estándares posibles de bienestar animal es un requisito cada vez más imprescindible en las explotaciones porcinas.
El bienestar animal se evalúa a partir de unas medidas basadas en las instalaciones y manejo y en el animal. Cada vez son más las explotaciones porcinas que deciden certificarse en bienestar para garantizar el buen trato de sus animales.
Actualmente, aseguran desde la Asociación Catalana de Productores de Porcino, PORCAT, encontramos la certificación welfare en Bienestar Animal, un certificado independiente homologado por el Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentarias (IRTA) , que evalúa y controla la calidad del bienestar animal en granjas, espacios de crecimiento y mataderos, de forma exhaustiva en múltiples especies.
La certificación se basa, de forma pionera, en una auditoría estricta del bienestar animal mediante la observación directa de los animales y de su entorno, así como una comprobación del cumplimiento de la legislación.
Los auditores evalúan cuatro grandes bloques: alimentación, alojamiento, salud y comportamiento mediante un total de 12 indicadores, de donde sale una nota media. La puntuación mínima debe ser de 55 puntos para poder obtener el certificado correspondiente.
Según Quim Pallisera, del programa de bienestar animal del IRTA, durante los primeros 9 años, el 80% de las explotaciones sometidas a este control, han sacado una puntuación igual o superior a 55 puntos y ninguna explotación ha obtenido una cifra por debajo de 45 puntos.
Hay que recordar, sin embargo, que estos certificados no sustituyen a ningún control de calidad de la explotación / matadero o normativa vigente y que sólo se podrán aplicar a sistemas de producción que operen dentro del marco legal aplicable en el país.
Fuente: Agronews Castilla y León
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